La demanda de vivienda y los problemas de acceso de los jóvenes a la misma han sido los impulsores de un modelo revolucionario, el BtR o build to rent. Revisemos aquí las connotaciones de esta nueva tendencia en el sector inmobiliario español.
Situación de la vivienda joven en España
En un artículo sobre las ciudades españolas con mayor demanda de vivienda vimos que Madrid, Alcalá de Henares (Madrid) y Zaragoza encabezan el listado. Según el portal inmobiliario Idealista, la pandemia ha dado el toque de gracia a los deseos de los jóvenes por salir de casa de sus padres, cayendo la tasa de emancipación juvenil en 2020 a un 15,8 %, tres puntos por debajo de la del año anterior.
El principal escollo que se encuentran los jóvenes al emanciparse es el acceso al empleo, pues solo el 36,4 % de los jóvenes estaba trabajando a finales de 2020. La situación y las cifras han mejorado desde ese primer impacto brutal que la pandemia tuvo sobre la economía española, si bien estos números siguen aportando lecturas interesantes para comprender qué ocurre.
Otro problema para el acceso de los jóvenes a la vivienda son los bajos salarios. Según los datos del Consejo de la Juventud (recogidos por Idealista), el alquiler para una persona joven en solitario puede suponer hasta un 91,6 % de su sueldo. En cuanto a la compra de vivienda, los supuestos compradores deberían destinar el 55,1 % del salario al pago de la hipoteca.
Plan VIVE y el impulso del BtR
Para hacer frente a esta problemática del acceso a la vivienda en general, Gobierno y Comunidades Autónomas han puesto en marcha una serie de iniciativas públicas. Uno de esos proyectos es el Plan VIVE de la Comunidad de Madrid, que se está dando también se está desarrollando en otras Comunidades.
En Madrid, según La Información, entre otras iniciativas públicas, la Comunidad ha sacado al mercado cuatro lotes para construir 6.000 viviendas a precio asequible. Entre los requisitos están que el alquiler mensual de los inquilinos no supere el 5,5 % del precio de venta del inmueble.
En Andalucía, su Plan VIVE no va orientado a ofrecer nuevo suelo para este tipo de viviendas, sino al uso de terrenos cuyos fines ya giraban en torno a esta fórmula de vivienda asequible para ciertos colectivos. En Barcelona, sin embargo, se va a apostar por un modelo de vivienda basado en la colaboración público-privada.
En general, en esta coyuntura de necesidad de vivienda para ayudar a los jóvenes a emanciparse y disfrutar de su propio hogar, Avintia Construcción también ha cerrado la adjudicación de obras para revertir esta situación. Entre los múltiples proyectos y fórmulas, podemos destacar el de un proyecto de más de 20.000 metros cuadrados, en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid, destinado al Build to rent.
Soluciones que aporta el BtR al mercado inmobiliario
Como ya hemos comentado en otros posts relativos al Build to rent o BtR, se trata de un fenómeno que hemos importado de países anglosajones y nórdicos: el objetivo es construir edificios destinados al alquiler y que, al estar gestionados bajo un único propietario (una empresa gestora) ofrecen mejores servicios comunitarios para los inquilinos (desde simples servicios de limpieza o mantenimiento, hasta seguridad privada, gimnasios o zonas de coworking, por poner algunos ejemplos).
Pero desde el punto de vista inmobiliario, el BtR recoge numerosas ventajas: la obra nueva es más atractiva para el cliente final; no es tan rentable en el corto plazo como la venta de vivienda, pero ofrece retornos interesantes en el largo plazo y elevados flujos de caja. Además, dinamiza el mercado de la vivienda, atrayendo garantías y concesiones públicas.
El BtR proporciona un maridaje inigualable con la construcción industrializada: se pueden construir en plazos más reducidos viviendas más acordes a las necesidades sociales, más sostenibles y tecnológicas, además de adaptadas a los requisitos tanto del consumidor como de las nuevas normativas regulatorias. Todo ello contribuye al abaratamiento de los costes para sacar al mercado viviendas de obra nueva destinadas al alquiler que, a su vez, tienen precios más reducidos en sus mensualidades.